La rutina de mañana perfecta: cuídate con Hug&Clau

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Parece que el calor nos complica la existencia un poquito más. Bajan los niveles de energía y suben los de estrés: si te sientes en un bucle de frustración y agotamiento, es momento de parar y plantearte cambiar las cosas. Sé pragmática y funcional, de un día para otro no podemos cambiar todos nuestros hábitos. Para echarte una mano, en Hug&Clau hemos elaborado un ejemplo de rutina de mañana perfecta para ayudarte a comenzar el día con buen pie. ¡Pruébala y nos cuentas!

1) La rutina de mañana empieza el día anterior

No hemos perdido la cabeza: es cierto que, para tener una rutina de mañana perfectamente útil, a veces es necesario dedicar unos minutos de la noche anterior a preparar asuntos pendientes. La ropa de los niños, un snack para media mañana, el look que vas a llevar… Todo lo que puedas hacer la noche previa, déjalo terminado. De esta forma, ganarás unos valiosos minutos a primera hora para dedicarlos a actividades más provechosas. Además, evitarás el temido estrés que enturbia tantas mañanas.

2) Deja el teléfono para (un poco) más tarde

Probablemente tu despertador de cada mañana sea tu propio teléfono móvil. Si no estás dispuesta a añadir otro gadget a tu mesilla de noche, intenta apagar la alarma y soltar el teléfono al menos durante media hora. El tiempo que perdemos eliminando notificaciones, contestando mensajes o borrando archivos son minutos con mucho valor, que podríamos dedicar a otros menesteres. Preparar tu café favorito, charlar unos minutos con tu pareja o escuchar música aportará mucho más valor a tu mañana que cualquier email. ¡Te lo aseguramos!

Si lo usas, aprovecha para realizar una meditación matutina

Ya has caído en la tentación de coger el teléfono… ¿Cómo puedes solucionarlo? Aprovecha para hacer una meditación guiada en una app especializada. Cierra los ojos, relájate e intenta seguir los pasos que te marquen mientras evitas cualquier distracción.

3) Haz la cama y ordena tu dormitorio

Parece mentira que te estemos aconsejando que hagas la cama, pero… ¡Así es! Si consigues dejarla colocada cada mañana empezarás el día con la sensación de haber alcanzado un pequeño logro. Por insignificante que sea, esta chispa de orgullo te ayudará a crear impulso y el resto de tareas del día parecerán más sencillas de conseguir. No lo decimos nosotras, es una gran lección de vida que se hizo conocida gracias a un inspirador discurso de William H. McRaven en la Universidad de Texas, que puedes ver aquí. Deja tu dormitorio ordenado, vaporiza un poco de tu spray ambientador preferido y encontrarás un espacio perfecto para relajarte cuando vuelvas a casa.

4) Hidrátate antes del café

Sea cual sea tu bebida matutina preferida, es casi seguro que contiene algo de cafeína. Por mucho que nos guste el café o el té, es recomendable beber al menos un vaso de agua antes de empezar con otro tipo de líquidos. Para recordarte que tienes que seguir bebiendo a lo largo del día, intenta llevar contigo una botella de agua reutilizable en el bolso.

5) Mueve tu cuerpo

Si no te importa madrugar, ¿por qué no empiezas a ir al gimnasio a primera hora de la mañana? Comienza el día llena de energía y con una sonrisa en la cara gracias a las endorfinas que segregamos al mover el cuerpo. Estas hormonas reducen la sensación de dolor y son capaces de anular las malas emociones y las sensaciones de negatividad. Para las más dormilonas, valdrá con caminar al menos durante 20 minutos con ropa cómoda. Bájate del bus una parada antes, acompaña a los niños andando al colegio o camina a buen paso en la oficina mientras haces una llamada. ¡Todo cuenta!

6) No olvides ser agradecida

Practicar nuestra empatía y gratitud nos hace mejores personas. Reserva unos minutos cada mañana para realizar un sencillo ejercicio de autoconocimiento que te aportará muchos beneficios. Escribe (en un diario, en una libreta o en la app de notas del móvil) tres cosas por las que te sientes agradecida en ese momento. Puede ser cualquier cosa, desde la salud de un ser querido hasta el color intenso de tu prenda favorita o la sensación del sol sobre tu piel. Una canción, una amiga, un recuerdo: tú pones las normas. ¡Escribe lo que quieras! Puedes simplemente reflexionar sobre el tema, pero al mantener la costumbre de escribirlo será más fácil fijar el hábito. Además, es muy enriquecedor volver la vista atrás y leer todas las cosas por las que te sientes agradecida al cabo de unas semanas.

7) Repítelo de nuevo

Para conseguir todos los beneficios de unos buenos hábitos y de una rutina saludable, tendrás que seguir los pasos al menos durante una semana. Procura priorizar tu salud, tanto mental como física, y empezarás a notar resultados antes de lo que ima